[Aparece una performer vestida con
uniforme de criada y delantal sentada en una consola de ordenador escribiendo
estas palabras]
Esta es una historia acerca de manos invisibles.
Esta es una historia acerca del trabajo sin fin.
Esta es una historia acerca del trabajo de las
mujeres por el mantenimiento y la supervivencia.
Esta es una historia acerca de trabajo del cuerpo
de la mujer en la invisible economía femenina de producción
y reproducción.
Esta es una historia acerca de la repetición,
el aburrimiento, lo exhausto, la coacción, de los derrumbes.
Esta es una historia acerca de lo pesado, de la
repetición, la tensión, de los arreos de las labores manuales
a la velocidad de las máquinas electrónicas.
[Durante la narración el siguiente bucle
se proyecta en pantalla de vídeo:]
limpiar, lavar, quitar el polvo, escurrir, plancha,
barrer, cocinar, comprar, telefonear, dar vueltas (coche), limpiar, planchar,
entrar, amasar, dar vueltas (coche), tirar, limpiar, purgar, lavar, empalmar,
montar, comprar, plegar, telefonear, archivar, seleccionar, copiar, cursar,
cortar, barrer, pegar, insertar, formatear, planchar, programar, mecanografiar,
ensamblar, cocinar, enviar e-mail, enviar fax, gritar, buscar, clasificar,
mecanografiar, clikar, quitar el polvo, limpiar, etc.
1. Mantenimiento del arte feminista.
En décadas recientes, el empleo de tecnologías
electrónicas en las oficinas y puestos de trabajo ha cambiado profundamente
la estructura del trabajo, y las relaciones entre el trabajo en casa y
el trabajo en el hogar tanto que ha provocado efectos particularmente perturbadores
en las mujeres. En USA, las mujeres que han estado, en gran parte, concentradas
en los niveles más bajos del mercado de trabajo -tal como la oficina,
la industria textil, manufacturas o servicios- cada vez más, han
visto bajar sus sueldos y se han visto forzadas dentro del tiempo privado
al tele trabajo, el trabajo del hogar, y los trabajos de servicios. Esta
situación confina una vez más a muchas mujeres a la esfera
privada de la casa donde mantienen un doble trabajo: cuidando a la familia,
y trabajando en la global economía de consumo. Hecho posible por
el automatismo de las Information Technology (IT), controladas por el capital
móvil, esto es una economía de mercado basada precisamente
-en- estrategias de producción y reproducción que aceleran
y controlan el ritmo de vida y de trabajo.
La desaparición global de la seguridad salarial
y los sueldos mínimos han significado el fin endureciendo las tareas
pesadas, repetitivas, del trabajo manual de mantenimiento. Worldwide, es
mantenimiento del trabajo repetitivo de teclear, introducir datos, ensamblaje
de partes electrónicas, y trabajos de servicio manual inmóvil
predominantemente hecho por las mujeres. Entonces la proliferación
de maquinaria automática en los lugares de trabajo y en naturalmente
oculto trabajo del hogar y tele trabajo contribuyen ha hacer, de nuevo,
del trabajo de las mujeres y de las tareas de las mujeres cuerpos invisibles.
En 1970 las artistas feministas del performance
desarrollaron un trabajo el cual hacía visible los cuerpos de las
mujeres trabajando en su mantenimiento del trabajo cotidiano - repetitivo,
interminable, trabajo no retribuido que sostiene y hace posible la vida
cotidiana de los individuos, la familia, y las instituciones. Los performances
feministas de la duración del mantenimiento -los actuales performances
sobre tareas domésticas tan parecido como irónico a una ilustración,
cepillando el suelo, etc. Cuya duración es idéntica a la
de las tareas de la vida real -de este modo obligan a la audiencia a una
experiencia de la real- pesadez del tiempo del mantenimiento del trabajo
de las mujeres. El mantenimiento feminista y la duración de los
performances son unas estrategias que hacen visibles las tareas de las
mujeres, y ponen en primer plano las cuestiones de las condiciones del
trabajo, la división del trabajo por el género, trabajo no
remunerado, que se sirve de la vida y el trabajo doméstico de las
mujeres.
Recientemente, el cyberfeminismo ha empezado a
toparse cara a cara con la electrónica, analizando, rebelando, y
trasformando las relaciones corrientes de las mujeres con IT, al igual
que toma parte en la réplica a las estructuras de género
en la cultura electrónica. Discuten algunas vías relativas
al cambio de las condiciones de trabajo de las mujeres en wordwide; al
igual que proponen, similares a las estrategias de los 70, hacer visible
el trabajo, estrategias adaptadas por las artistas cyberfeministas y el
activismo hoy.
[La Performer vuelve a la consola y teclea.
Su texto se proyecta en la pantalla]
En la época de 1980, las mujeres en USA
constituyen el 43% de la fuerza de trabajo asalariada. El total de este
43% de mujeres empleadas con sueldo son oficinistas. En USA las mujeres
son: el 80% de todos los oficinistas, 97% de todos los mecanógrafos,
el 99% de todos las secretarios, 94% de todos los cajeros, 97% de todos
los recepcionistas. LA MAYORIA DE ESTOS EMPLEOS VAN O HAN DESAPARECIDO.
En USA las mujeres constituyen: el 31% de los programadores de computadoras,
el 29% de los analistas de sistemas de ordenados, 16% de ejecutivos manager,
92% operadores de datos, 58% de los operadores de producción, el
77% de los operadores de ensamblaje ESTAS ESTADISTICAS NO CAMBIAN RAPIDO.
Las mujeres negras en USA son: 3% de oficiales de corporaciones, 14% tiene
un trabajo desaventajado, el 59% son únicamente madres. ¿COMO
ALGUNOS DE ESTOS EMPLEOS PUEDEN DESAPARECER? En casa todas las mujeres
son: 66% de las casadas trabajan como madres, el 100% son madres, 99% realizan
el trabajo del cuidado y educación de los niños, 99% del
capital es mantenido por su trabajo. ¿EN LA CASA ELECTRONICA LAS
MUJERES SE VOLVERAN OBSOLETAS?, ¿EN LOS LUGARES DE TRABAJO ELECTRONICOS
LAS MUJERES SE VOLVERAN OBSOLETAS?
2. Las condiciones políticas del trabajo
básico de tele trabajo.
(Nota: Algunas de las particularidades de esta
lectura se refieren a las condiciones en USA, pero también son aplicables
a los países de la Europa Occidental, Canadá, y Australia)
Recientemente, teóricas cyberfeministas,
activistas, y artistas se han dirigido al desarrollo del rol de la mujer
en la historia del computador, y en la construcción contemporánea
del género fijada en las nuevas tecnologías. En “Toe Futuro
Lomos” la cyberfeminista Sadie Plant ejemplifica algunas de las más
salvajes reivindicaciones utópicas que se han fabricado por las
mujeres en la tecnología: “Antes de la guerra de 1940, las mujeres
que trabajan con máquinas escapan al simple servicio de los hombres
en los programas que ellos mismos construían y organizaban; evadiéndose
desde el aislamiento de la casa y la oficina, ellos juntos funden sus networks
en 1990” Este reino mítico libre -presumiblemente es el ciberespacio,
el cual se imagina como un arriesgado nuevo mundo para las mujeres. La
investigación revela que la situación es más compleja
para las mujeres que trabajan en la industria de alta tecnología.
En pocas palabras las condiciones políticas y económicas
de la oficinista contemporánea y de trabajos básicos de la
casa de los tele trabajadores, y los regresivos efectos de los roles de
la mujer en el hogar (y de la casa en la economía de mercado) son
causados por el desplazamiento del número de empleadas mujeres las
cuales se han visto forzadas a entrar en “sencilla” (partiendo el tiempo
con los trabajos de la casa) tarea económica de la reestructuración
global del trabajo.
Cuando un importante número de mujeres [en
general blancas de clase media] entran por primera vez en el mercado de
trabajo, sus roles de género tradicionales de mantenimiento y servicios
son trasladados fácilmente en la división del trabajo en
la oficinas, bancos, y en muchos otros lugares de trabajo. A comienzos
de 1890 en numero del mujeres que entraron en mercado de trabajo se incrementaron,
convirtiéndose la mayoría en copistas, mecanógrafas,
calculadoras, taquígrafas, operadoras de centralitas, contables,
trabajadoras de oficina, archivadoras, cajeras, perforadoras, fechadoras.
Cuando se introdujo en los años 70, la tecnología automática,
las mujeres también se convirtieron en la mayoría de los
usuarios de computadoras en las oficinas y puestos de trabajo. Ya que un
muy alto porcentaje de mujeres empleadas (43%) eran oficinistas, dato importante
en el estudio de los efectos del desempleo provocado por la tecnología
informática en las oficinas. Los investigadores muestran las diferencias
en como las mujeres y los hombres usan las computadoras: “las mujeres parecen
haber adquirido una más apreciable habilidad, en sus muy diferentes
trabajos, que el hombre en el uso de computadoras.”
Esta habilidad atiende a un aprendizaje memorizado,
perforando, y manteniendo la fecha, repitiendo el aislamiento frente al
terminal. No hay en particular nuevas habilidades o conocimientos necesarios
para este trabajo, y la mayoría de las compañías nunca
invierten dinero en la formación de las mujeres oficinistas en las
avanzadas técnicas del ordenador que les reportaría una oportunidad
de ascenso en la jerarquía de trabajo interna de la compañía.
Están condenadas a la vez a un síndrome de estrés
provocado por la repetición física y mental de tal grado
de renovación en la existencia de las oficinistas siendo casi el
100% en muchas oficinas.
En 1990 muchos de estos trabajos de oficina están
siendo reemplazados por computadoras automáticas y trabajos de net
hechos por máquinas robóticas. Secretarias y oficinistas
son las primeras víctimas de la oficina electrónica. Careciendo
de habilidad avanzada y conocimiento primordiales, se esta operando un
desplazamiento de mujeres trabajadoras, las cuales muchas veces no tiene
otra elección que el recurso de compartir el tiempo de trabajo en
bajas habilidades, o trabajos básicos de casa tele trabajos. Tal
“home-work” incluye bastantes trabajos diferentes oscilando entre telecomunicaciones
profesionales, negocios empresariales, empleos remunerados, y empleos freelance,
(en muchas ocasiones ilegales), indumentaria y aguja industrial, ensamblaje
de partes electrónicas, y trabajos computerizados de oficina. Mientras
que algunas mujeres blancas de nivel alto trabajadoras y profesionales
de la telecomunicación han hecho de ello una parte de su empleo
y han revalorizado el valor de éstos, para la gran mayoría
víctimas de los empleos electrónicos, forzadas a “elegir”
los trabajos de la casa esto es una gran renuncia - midiendo períodos
asalariados, beneficios y condiciones de trabajo- al mismo nivel que los
trabajos de oficina, y usualmente equivalen a un trabajo esclavo de mantenimiento
que preserva la línea de producciones del capital global y bancos
de datos caracterizados por el exceso de velocidad. Las oportunidades son
especialmente malas para las mujeres de color e inmigrantes, las cuales
se concentran en empleos de bajísimo nivel o que correspondientes
a técnicas de oficina de automatización.
Las condiciones políticas de las oficinas
y trabajos de casa en los años 90 están reestructurando la
vida en casa y en el trabajo en caminos cruciales, y están produciendo
una crisis de trabajo a nivel mundial.
El trabajo en casa es una labor feminizada:
El trabajo en casa feminizado es una característica
estructural del tele trabajo en la contemporánea US, de introducir
datos, y servicios económicos, tanto como la industria de manufacturas
de partes electrónicas y de chips de computador (los cuales incluyen
la atención del trabajo de montaje), son un aspecto de la explotación
de la económica global. “Ser feminizado significa ser extremadamente
vulnerable; capaz de ser desmontado, y ser remontado, explotado como una
reserva de fuerza de trabajo; vistas menos como trabajadoras que como servicio;
sometidas a un tiempo de trabajo sin fin y no pagadas, siendo esto una
burla a la limitación de la jornada de trabajo; principal existencia
que en ocasiones bordea lo obsceno, fuera de lugar, y reducible al sexo.”
(4) El trabajo esta reestructurado como un camino de degradación
de trabajo profesional feminizado, y devalúa el nivel del precio
y la satisfacción de la tarea. Irónicamente mucha de la tecnología
automatizada esta designada para reemplazar el trabajo mecánico
de mantenimiento --en su mayoría realizado por las mujeres-- en
oficinas y fábricas, y que tiene como resultado el desplazamiento
de las mujeres desde el espacio público, renovando la invisibilidad
de su trabajo, que tiene como efecto la devaluación al más
alto nivel de las tareas de las mujeres y los servicios hechos en casa,
financieramente y emocionalmente.
El trabajo en casa sostiene la división
del trabajo por géneros:
No es nuevo que el trabajo del hogar en las naciones
industrializadas tiene una historia extremadamente explotadora. La global
reestructuración del trabajo puesta de manifiesto aquí, y
más últimamente, demuestra que el trabajo de casa crea “problemas
en las capitales relaciones laborales y en la división del trabajo
por géneros.” (5)
El tele trabajo es definido como “trabajo que acompaña
al trabajador de las telecomunicaciones como trabajo opuesto al que hace
el trabajador en el trabajo”.
“El trabajo de base” tele trabajo se refiere a
un trabajo individual en la casa, es más bien una localización
centralizada. Es sabido que indica que los tele trabajadores están
5 horas probablemente como otros trabajadores, siendo mujeres y siendo
trabajadores ilegales, sin beneficios ni seguridad. Son tele trabajadores
con frecuencia no cualificados en el propio uso de máquinas y materiales,
o desinformados de los riesgos para la salud de ciertos procesos. Están
pagados por las piezas --al mismo nivel por las pulsaciones-- o más
bien por las horas, y la presión de la velocidad que produce largas
horas de trabajo motivadas por las necesidades económicas, tanto
como por la necesidad de empleo. Es un tiempo de reconversión del
trabajo al más alto nivel, la educación participa en el más
lucrativo trabajo de producción de conocimiento y administración.
Por ejemplo, no solamente las mujeres son centrales como tempranas desarrolladoras
de software, es muy evidente que el software es la parte lucrativa de la
tecnología del computador, está incrementando la degradación
del código de las funciones de pulsación, y no ha podido
rehacer su primer nivel de participación.
El trabajo en casa refuerza el status de subordinación
de las mujeres en casa y en los trabajos de mercado: a pesar de las muchas
discusiones de las separación de las esferas de lo público
y de lo privado, la historia del trabajo en casa funciona evidentemente
como poder público (capital) que esta usando la estructura de las
vidas privadas para controlar las oportunidades de trabajo para las mujeres.
Y esto hace que las nuevas comunicaciones tecnológicas han cerrado
el espacio de la casa al mundo, y a la inversa han traído el mundo
a la esfera privada de la casa, borrando el destino a la vigilancia del
trabajo base de la casa, “haciendo el trabajo más accesible a los
empleados, a los mercados y a los políticos” (6) Las mujeres tele
trabajadoras proceden de las mujeres industrializadas, las cuales perciben
sueldos mínimos lo que viene adaptado de la Taylorización
de lo fabricado-en-casa. La socióloga Arlie Hochschild anota: “[la
gente]... trae su propia experiencia, disponiendo de todos los momentos
y movimientos de su vida al trabajo.” (7) Para las tele trabajadoras de
base no hay distinción entre la casa y el trabajo, cuyo resultado
es la Taylorización sin escapatoria de la vida y del trabajo. Las
mujeres que han sido forzadas a “elegir” trabajo de base de casa se debe
a la carencia de la opción --problema común para el extranjero
ilegal, por ejemplo-- lo que conduce al tele trabajo de base, lo que significa
el doble de su vinculación al espacio de la casa. Borrando los límites
del espacio de la casa entre lo privado y lo público también
consiste en una doble subordinación psicológica-- al empleo
y al maridó. Los roles tradicionales femeninos de entrega emocional
y de vigilancia psicológica convirtiendo el control en extremado,
mantenimiento del tele trabajo en la casa. En la larga carrera, la rebelión
de las mujeres contra estas presiones, redefine la división del
trabajo del hombre y de la mujer y la importancia de la vida en casa y
el tiempo libre privado dentro de la economía pública y de
las relaciones sociales del trabajo. En el corto camino, desde entonces,
la vida en casa no está reconocida públicamente como valor,
la existencia es más y más restringida, automatizada en lo
posible, y reorganizada para servir a las necesidades del fin del trabajo;
y las mujeres que trabajan en casa han doblado los roles de trabajadora
y cuidadora.
El trabajo de casa baja los precios para competir
con las condiciones de trabajo y las normas:
Esta movilidad geográfica del capital es
posible gracias a IT empleos de salario mínimo, los cuales son espacios
prisión, con el resultado que las áreas geográficas
son reducidas cada vez más a el status de trabajo esclavo como servicio
de mecanografía. En tanto que estos nuevos modos posibles de producción
(especialmente los tele trabajos de casa), no desafían “el lugar
de la casa en la economía, o el de la mujer en la casa” (8) El espacio
de la casa y el trabajo de la mujer en ella bajo el signo de “elección”
actualmente vuelve a su lugar las prácticas regresivas y las intrusiones
de control posibilitadas por la diseminación y flexibilidad de mucha
de la información tecnológica que ahora inmoviliza y aparta
a la mujer trabajadora. Esta discriminación también contribuye
a incrementar la marginación en las ciencias del computador, y en
la estratificación de la mujer en la industria del computador entre
el pequeño porcentaje y la muy especializada ingeniería,
científica, sistemas analíticos y trabajadores experimentados,
en el vasto número de infra asalariados, no especializados trabajadores
del computador. Esta es la gran disparidad y estas son las consecuencias
políticas y económicas que el cyberfeminismo necesita estudiar
y discutir.
[La performer va hacia la consola y teclea]
Soy la Cualidad Total de la mujer. Soy el ingeniero
cultural, pequeña, sin origen, tele trabajadora, no especializada,
Taylorizada, en-el-justo-tiempo, limpiar, economizar tiempo, privada de
tiempo, de baja emoción, injustamente cansada...
Mi casa es mi trabajo, mi trabajo es mi casa.
Trabajo con máquinas, vivo con máquinas,
hago el amor con máquinas; computador, modem, TV, VCR, imprimir,
escanear, refrigerador, lavadora, secadora, aspirador, teléfono
móvil, fox, secador, vibrador, CD player, radio, sacapuntas, licuadora,
batidora, tostadora, micro-ondas, teléfono celular, radio casete...
[Fragmentos animados que van hacia la pantalla]
IT es ahora la parte más sencilla de la
economía en Estados Unidos, 11% del GNP. Globalización. Zonas
de Libre Comercio. Economía de Mercado.
Adiós, adiós a los límites.
Esto no esta en el lugar de la piel.
Conocimiento en gerencia: Agricultura para las
ideas.
Clientela masificada: el mercado de ti misma.
El tiempo justo para conocer: conocimiento de
tus teclas.
[La performer pone sus armas alrededor de la
consola y canta]
El tiempo justo de concepción, el tiempo
justo de producción, el tiempo justo de deliberación, el
tiempo justo de unión, el tiempo justo de lavar, el tiempo justo
de comer, el tiempo justo para cuidar a los niños, el tiempo justo
para el tiempo de calidad, el tiempo justo para el sexo, el tiempo justo
para el placer, el tiempo justo para el dolor, el tiempo justo para el
estrés, el tiempo justo para lo insano, el tiempo justo para el
sacrificio, el tiempo justo para drogarse, el tiempo justo para morir.
3. Activismo, Intervención, Resistencia.
Las condiciones políticas del tele trabajo
básico han puesto el acento en los efectos de la reestructuración
del trabajo de la mujer en el circuito integrado: ¿esta reorganización
del trabajo estratificará más las tareas por raza, etnia
y género? ¿Cambiará las estructuras de trabajo “reproduciendo
los patrones existentes de incapacidad en formas que apenas han cambiado,
quizás primando la diferencia, formas más sutiles de incapacidad?”
(9)
¿Qué puntos son posibles de intervención,
resistencia, y/o activismo desde el cyberfeminismo y las artistas (entre
las que me incluyo) que traban con la tecnología electrónica?
En el micro nivel, es el tiempo de la autoeducación consciente acerca
de estas condiciones, y difundiré esta información tan ampliamente
como sea posible, partiendo del conocimiento de las diferencias culturales
y políticas de los lugares en los cuales nosotras trabajamos. Tenemos
que repensar el contexto en el cual los computadores se usan, y preguntarnos
por las necesidades y relaciones de las mujeres con las tecnologías
electrónicas. Tenemos que intentar entender los mecanismos por los
cuales a la mujer se le asigna los trabajos peor pagados de la industria,
haciendo visible el rastro que el género adquiere en el campo de
trabajo científico. Por ejemplo, muchas mujeres no pueden escoger
ciertos campos porque en la “cultura masculina” son asociados a ellos.
El cyberfeminismo puede usar el modelo de recientes
proyectos de arte feminista “Informationsdienst” creando “Trabajos de Información”
que dirijan las condiciones políticas del tele-trabajo y hagan visible
que el desempleo de IT afecta a la reestructuración del trabajo
y la perdida de empleo en la economía de mercado de worldwide. El
proyecto de las tele-trabajadoras de información y derechos, difundiendo
en oficinas y casas privadas a través de páginas web en Internet,
y pueden clarificar la esclavitud del “trabajo de las mujeres” y las condiciones
de las mujeres en worldwide. En “Home work School” en Internet y en los
centros locales de la comunidad -- enseñar y organizar para las
mujeres que trabajan casa (muchas de las cuales son artistas, simples madres,
urbanas mecanógrafas negras, inmigrantes, y otras mujeres desplazadas)--
les ofrecen clases (libres) para todo el mundo desde las políticas
de las nuevas tareas de la economía global y sus efectos en la vida
y el trabajo de las mujeres, hasta la historia feminista, y lecciones creativas
y prácticas para el aprendizaje del computador. Las mujeres necesitan
construir nuevas uniones que reconcilien a la mujer con la máquina
computador , analistas, directores, programadores, oficinistas y artistas.
Necesitamos formar coaliciones con grupos por los derechos de los inmigrantes
que están interesados en la capacidad del computador. Las tácticas
clásicas de organización mejoran las condiciones de trabajo,
teniendo que trasladarse hacia nuevas formas, las cuales introducen una
justificación de la descentralización y reprivatización
de los trabajadores, y subvierten el entorno de los canales de comunicación
establecidos por IT su alcance y la comunicación de la gente desplazados
por él. Las ideas creativas de las artistas cyberfeministas experimentadas
en trabajos de net pueden ser aquí especialmente útiles .
En el macro nivel, el cyberfeminismo necesita iniciar
una resistencia visible de las consecuencias políticamente regresivas
que relegan a la mujer de nuevo a la economía del trabajo en casa
y le imponen la privatización, invisibilidad, y una doble carga
de trabajo. Algunas libertarias, economistas, y sindicalistas están
señalando el aislamiento social y la privatización económica
que sufren millones de víctimas del sin empleo electrónicos
llamando a la creación de trabajo productivo con ingresos garantizados
anualmente (o con salario social) para trabajadoras desplazados por la
automatización. Ellas están también denunciando los
breves trabajos de fine de semana, los trabajos a comisión, buscando
una más equitativa distribución de conocimiento y mantenimiento
del trabajo, y llamando a las corporaciones que se benefician de la economía
global de mercado hecha posible por IT, reclamando algunas de estas grandes
riquezas para soportar el Tercer Sector Social y de trabajo de la comunidad.
Durante algún tiempo estas demandas parecen deseables dan un paso
hacia una más equitativa economía de trabajo, practicando
una aumento de la tasa de bienestar social, nada de esto desafía
la intensa estratificación y concentración de riquezas y
poder, incrementando la producción hacia un mercado de economía
global, con devastadores efectos, sobre los marginados, necesitados, y
poblaciones invisibles, y sobre las mujeres. Las cyberfeministas necesitan
analizar los efectos similares a los esquemas de poder que perpetúan
la división por géneros del trabajo. ¿Las mujeres
continuarán estando concentradas en salarios bajos de “caridad”
y trabajos de mantenimiento social los cuales doblan y extienden sus “destrezas”
en los obligados trabajos de la casa para la comunidad entera? o ¿combatirán
los trabajos sociales revaluados como premios por salarios decentes, beneficios,
y con seguridad laboral? Similares trabajos serían reconocidos como
vitales para la supervivencía de la vida humana y serían
sumamente recompensados --no solo monetariamente, sino que también
permiten a los trabajadores mayor autonomía en la planificación
y estructuración del trabajo, fijando condiciones de trabajo, sueldos,
beneficios, y horas. Por encima de todo, debe reincorporarse el combate
que nunca triunfo: revaluando --por caminos de salarios decentes, beneficios,
y mejorando las condiciones de trabajo-- los trabajos humanos de educación
y cuidado de los niños y la familia que son vitales en la vida productiva
para toda la existencia humana. Si parecidos trabajos mantienen esta buscada
libertad, y equilibran un tiempo libre adecuado y educacional, permitiendo
oportunidades sociales, harán el trabajo atractivo para hombres
y mujeres, podrán cambiar sustancialmente las tradiciones domésticas
--trabajo pagado-- de los roles de género. IT esta causando cambios
en las relaciones entre la casa y el trabajo, en el lugar de la casa (y
en la vida privada) en las pancapitalistas economías, algunas radicales
reconsideraciones deben llevar a cambios de las condiciones de las mujeres
tanto en la esfera doméstica como en la esfera de la economía
pública. La sugestión es que la casa debe otra vez devenir
como un lugar de resistencia hacia los efectos predatorios del capitalismo
en lo privado, en la sociabilidad, en el tiempo libre, esto es regresivo
para las mujeres, porque trata este problema como privado, solo con soluciones
privadas. Las promesas utópicas clamadas por IT --por ejemplo, la
posibilidad de liberarse de un trabajo sin fin repetitivo y un trabajo
duro manual; la reducción drástica del tiempo de trabajo
para toda la gente y la concomitante expansión de los empresarios
que se han hecho a si mismos en el tiempo libre-- debe estar en contra
del escepticismo con una crítica de los caminos por los cuales IT
ha actuado incrementando el tiempo de trabajo y ha erosionado aspectos
del placer encontrado en el trabajo --parecido a la sociabilidad, trabajador
solidario, trabajo asegurado, y el orgullo en la destreza. Esta crítica
se debe combinar con una oposición vocal que denuncie la reintroducción
de la regresión en las condiciones políticas y de trabajo
de los trabajadores de worldwide. Es crucial que dirijamos los sacrificios
humanos a la proliferación del worldwide en los trabajos básicos
del tele-trabajo y de las tareas de explotación sobre millones,
predominantemente mujeres. La gran indiferencia social parecida a la vasta
injusticia, de nuevo, una vez más a vuelto invisible la vida sostenida
sin sueldo o infra pagada, manteniendo el trabajo ejecutado (performado)
por las mujeres.
[Traducción: Ana Navarrete]
Notas
(1) Minow Kwon, “In Appreciation of Invisible Work.”
Documents nº 10, Fall 1997: 17.
(2) Sadie Plant, “The Future Looms, “Clicking
In: Hot Links to a Cool Culture, ed. Lynn Hershman. San Francisco: Bay
Press, 1997: 123.
(3) Barbara Gutek, “Clerical Work and Information
Technology,” Woman and Technology, ed. Urs E. Gattiker. Berlín:
Walter de Gruyter, 1994: 206.
(4) Donna Haraway, “A Cyborg Manifesto,” Simians,
Cyborgs, and Women, New York: Routledge, 1985: 166.
(5) Andrew Calabrese “Home-based Telework, “Women
and Technology. ed. Urs E. Gattiker. Berlin: Walter de Gruyter, 1994: 177.
(6) Ibid. 163, 169.
(7) Arlie Hochschild, The Time Bind, New York:
Henry Holt and Company, 1997: 49.
(8) Calabrese, 179.
(9) Evelyn Nakano Glenn and Charles Tolbert II,
“Technology and Emerging Patterns of Stratification for Women of Color,
“Women, Work and Technology. Ed. Barbara Drygulsky Wright, et al. Ann Arbol:
The University of Michigan Press: 320.
(10) See Sabeth Buchman, “Information Service:
Info-Work,” October nº 71, Winter, 1995: 103 ff. |