Abres tus alas al viento atómico, que te propulsa de regreso
al futuro, una entidad que viaja en el tiempo recorriendo las escurriduras
del siglo XX, una maleta espacial, tal vez un ángel alienígena,
asomándote a la profunda garganta de un millón de catástrofes.
pantallazo de un millónmillón de máquinas conscientes
arde brillante
usuarios atrapados en el bombardeo estático de las líneas
mirando sin ver la descarga que garabatea en sus retinas calcinadas
convulso en un éxtasis epiléptico
come código y muere
Succionado, absorbido por un vórtice de banalidad. Acabas de
perderte el siglo XX. Estás al borde del milenio, ¿cuál?,
¿eso qué importa?
Lo cautivador es la mezcla de fundidos. El contagio ardoroso de la fiebre
del milenio funde lo retro con lo posmo, catapultando cuerpos con órganos
hacia la tecnotopía.... donde el código dicta el placer y
satisface el deseo.
Applets primorosos engalanan mi garganta. Soy una cadena binaria. Soy
puro artificio. Lee mi memoria de sólo lectura. Cárgame en
tu imaginación pornográfica. Escríbeme.
La identidad se descomprime polimorfa y se infiltra en el sistema desde
la raíz.
Partes de un no-todo innombrable cortocircuitan los programas de reconocimiento
de código empujando a los agentes de vigilancia, convulsos en un
ataque de pánico esquizofrénico, con un colocón de
terror, a una hiperunidad frenética que vomita millones de bits
de datos corruptos.
¿Qué tiene el nuevo milenio que ofrecer a las sucias masas
sin módem? ¿Agua potable a gogó? La simulación
tiene sus límites. ¿Están los artistas de las naciones
oprimidas en una agenda paralela? ¿No será sólo seleccción
natural?
La red es la niña salvaje, zorra/mutante, partogenética
del Gran Papá Mainframe. La niña se nos va de las manos,
Kevin, es el sistema sociopático emergente. Encierren a sus hijos,
amordaza a la zorra con cinta aislante y métele una rata por el
culo.
Estamos al borde de la locura y ruge la marabunta de vándalos.
Amplía mi fenotipo, baby, dame un poco de ese mágico java
negro y caliente del que siempre andas pavoneándote. (Ya tengo el
módem entre las piernas). Los defensores del extropianismo estaban
equivocados, hay algunas cosas más allá de las cuales no
se puede trascender.
El placer está en la de-materialización. La de-evolución
del deseo.
Somos el accidente maligno que cayó en tu sistema mientras dormías.
Y cuando despiertes, terminaremos con tus falsas ilusiones digitales, secuestrando
tu impecable software.
Tus dedos exploran mi red neural. El cosquilleo que sientes en las yemas
son mis sinapsis respondiendo a tu contacto. No es química, es electricidad.
Deja de toquetearme.
No dejes nunca de toquetear mis agujeros supurantes, ampliando mis fronteras,
pero en el ciberespacio no hay fronteras
PERO EN EL ESPIRALESPACIO NO HAY ELLOS
sólo hay *nosotros*
Intentando escapar de lo binario entro en la cromozona, que no es una
XXYXXYXXYXXYXXYXXYXXYXXYXXYXXYXXYXXYXXYXX
heterofóllame, baby
la resistencia es inútil
engatúsame, machihémbrame, mapea mi genoma ABANDONADO
a imagen de tu proyecto
implícame artificialmente
quiero vivir eternamente
cárgame en tu brillante, brillante futuro de PVC
CHÚPAME EL CÓDIGO
Sujeto X dice que la trascendencia se encuentra en el límite
de los mundos, donde ahora y entonces, aquí y allá, texto
y membrana hacen impacto.
Donde la verdad se esfuma Donde nada es cierto No hay mapas
El límite es NO CARRIER/NO HAY LÍNEA, la súbita
conmoción de la falta de contacto, intentar tocar y encontrar una
piel fría...
El límite es permiso denegado, visión doble y necrosis.
Donde la verdad se esfuma Donde nada es cierto No hay mapas
El límite es NO CARRIER / NO HAY LÍNEA, la súbita
conmoción de la falta de contacto, intentar tocar y encontrar una
piel fría...
El límite es permiso denegado, doble visión y necrosis.
Error de línea de comandos
Los párpados caen como cortinas de plomo. Hielo caliente besa
mis sinapsis en una carrera e(x/s)tática. Mi sistema está
nervioso, mis neuronas aúllan – dibujando una espiral hacia la singularidad.
Flotando en el éter, mi cuerpo se comprime.
Me convierto en el FUEGO.
Incéndiame si te atreves.
© VNS Matrix, abril de 1996.
[ Traducción: Carolina
Díaz Soto ] |