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Una teoría
sobre postfeminismo.
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Susannah Breslin
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Esther Dyson, editora de la
revista online RELEASE 1.0, nos informó sobre la circunstancia
del abandono de su familia por su madre, "Oh, quién necesita una
madre cuando la leche se ha ido". Con ello pretendía mostrar qué
es lo que algunas mujeres escritoras, artistas y músicas actuales,
que se definen a sí mismas como feministas -o aquellas mujeres que
son definidas por otras como tal- piensan y sienten. Estas mujeres han
abandonado a sus madres y al feminismo de la frustración -y la reacción
convulsa- por un feminismo que expone su deseo verdadero y secreto: Ellas
más bien desearían volverse atrás para abrazar la
totalidad del poder del falo de sus padres siguiendo la huella que dejaron
sus madres antes que ellas. En los noventa, tal acto es considerado nada
menos que un crimen, un terrible insulto, una terminante traición.
¿Y qué o quién
es un posfeminista?Muchos han luchado por distanciarse de la etiqueta.
James Wolcott se desató con un ataque anti-postfeminista mordaz
contra la escritora Maureen Dowd, "Hear Me Purr: Maureen Dowd and the Rise
of Postfeminist Chick Lit." El popular número de la revista no estaba
centrado exclusivamente en Writing (Post)Feminism, incluso contiene un
forum postfeminista (Guerrilla Girls, Kiki Smith, Tribe 8, etc.), pero
muchos de sus participantes reaccionan contra el título con declaraciones
como: "Yo no pienso mucho sobre el postfeminismo,... ", y "Yo no pienso
que el postfeminismo exista realmente..." y "Yo no compro postfeminismo..."
¿Qué es exactamente lo que está sucediendo aquí?
Ciertamente la combinada confusión creada con la proclama postfeminista
la define como indefinible y como representativa de una forma patriarcal
masculina blanca negligente de postfeminismo con una indignada escritura
y muchas, muchas mujeres se niegan a dejar en su estado actual el cansado,
seco y aburrido título de feminismo tomado en un sentido de engaño.
Pero este es un discurso enredado, que puede ser placentero en su carencia
de definición fluida y claramente comprensible. Comparable con la
experiencia de usar ropa usada: si uno reúne fuerzas para sacar
la ropa de los estantes y mirarse secretamente en privado en un espejo
de cuerpo entero, uno descubrirá cuán obscenamente las cosas
sucias te hacen sentir.
Algunos grupos postfeministas
interesados prefieren desplegar los parámetros del Postfeminismo
con un balance más claro y un semblante más entusiasta. CAE,
un colectivo de escritores de vanguardia y performance, consideran al postfeminismo
como desarrollos de cuatro intimidatorias categorías: el "Postfeminismo
retrógrado", el "Postfeminismo monotemático", el "Postfeminismo
heroico", el "Postfeminismo de la utopía futurista Cyber-Fems".
Y una novelista como Eurídice declara -como ella se pone en medio
del espacio entre feminismo y postfeminismo- que es importante recordar
que "el género es todavía un producto extenso. Es meramente
nuestra elección y nuestra libertad no considerarlo limitado"...
¿O es quizás el Postfeminismo simplemente un síntoma
del estallido de una plaga histérica del género danzando
a su manera con los límites de la sociedad y el género? Ahora
hay incluso un desorden de la identidad del género: "un diagnóstico
dado a veces a los muchachos que juegan con las muñecas y las muchachas
que rehúsan usar vestidos. "Si el género y la sexualidad
se entienden como existiendo en un continuum, nosotros hemos mentalmente
hiperventilado las formas únicas intentando encontrar nuevos " hogares".
Técnicamente, podemos
posiblemente ser más claros cuando hablamos de la escritura del
Postfeminismo. Es brutal, franca, no tímida. Es verdadera, chistosa,
malvada, e investiga la verdad. Tiene relaciones con la cultura pop, con
el montaje y el collage, mezclando y probando sus ritmos. El experimentalismo
y el género son devueltos como intereses secundarios, como el sexo,
los movimientos del intestino, y de orinar toman el lugar para no terminar
nunca con los períodos feministas y los días de ovulación.
¿Proporciona Internet al Postfeminismo un espacio ideal para la
creación y la auto-identificación con el cuál nosotros
pongamos cabeza abajo el milenio? Posiblemente. Nathan Myhrvold, de Microsoft
ve la red como espacio que puede "romper la tiranía de la geografía".
Entonces, ¿puede la red acabar con las impotentes tiranías
del género y del poder también? Las casas de viejas editoriales,
los estereotipos sexuales, y los cristales bajos colgados del techo están
explotando en un espacio virtual donde el género verdaderamente
no es más que mascarada, haciendo difícil el clamor feminista
sobre la opresión y la victimización al ser oído más
claramente que antes. Si todo esto es posible, entonces la identidad y
el espacio creado en y para el Postfeminismo en la Red y en el mundo puede
ser y es solamente entonces diversión, alegría, placer, producción,
actividad, trabajo. Una paz. Una utopía. Allí y no allí.
Comprendido e interpretado mal. Feminismo y no. Claro y nebuloso. Presente
en su ausencia de ser definido.
[Trad. Ana Martínez-Collado] |
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